Mutación súbita de pensamiento o discurso unificado del Gobierno
Algo pasó. Algo tuvo que haber pasado. En menos de 15 días, el Gobierno parecío haber unidficado su discurso respecto de la política que debe llevar adelante el Estado en materia portuaria.
Varias fuentes escucharon de boca del mismo subsecretario de Puertos y Vías Navegables, Horacio Tettamanti, que el puerto de Buenos Aires tenía los días contados , que un proyecto inmobiliario debía remplazarlo y que una teminal de aguas profundas era el objetivo final. De esa reunión fueron hechados los directivos de los concesionarios de terminales de contenedores de Puerto Nuevo. Al mejor estilo Moreno.
Una semana más tarde, Rosario, el frente oficial mostró que el discurtso no era único. Mientras Tettamanti fusitgaba como mal de nuestro tiempo la ausencia de progresiva del Estado en facultades que debían ser «indelegables» al sector privado, y pedía más Estado en los puertos, el interventor AGP, Sergio Borrelli, explicaba que el plan del Gobierno comprendía, sí, un puerto de aguas profundas, pero también otro modo de encarar la transición con los actores privados. No necesariamente reemplazar contenedores por desarrollos inmobiliarios.
La semana última, Tettamanti volvió a hablar en público. Esta vez en Barranqueras, Chaco.
Allí, la oratoria del funcionario tuvo mejor trato con Buenos Aires. No obstante, no se privó de defenestar el decreto 817, en más de una oportunidad, por»clausurar» la posibilidad de que el gobierno federal asista a los puertos provinciales, y permitir que los servicios de eestiba, practicaje y remolque se desregularan. (Decreto no derogado por este Gobierno luego de 10 años de gestión).
Además de calificar de «saludable problemática de un país que crece» la falta de una logística adecuada para los productores del interior, Tettamanti dijo que Buenos Aires tiene «la enorme responsabilidad de ser no solo eficiente, que lo es, en el manejo de contenedores, si no de construir en valor agregado de la interfase fluvio-marítima, e incoroporar en su espacio una terminal especializada en transferencia, tal como está siendo incorporada en el nuevo programa que llevad adelante la AGP».
«Leí equivocadamente, por error, desconocimiento o especulación, que se pretendia sustituir los puertos metropolitanos. De ninguna manera. Un puerto de aguas profundas no será sustituto del sistema metropolitano, que necesita una capacidad instalada de tres millones de TEU. Necesitamos al menos 40 pies. Yo diría, 42 pies, que deberán ser continuados con la profundización de la hidrovía al mar», agregó.
¿Mutación súbita de pensamiento o discruso unificado?
Fuente LA NACIÓN