Los operadores que sólo venden al exterior registran saldos a favor de IVA; su recupero rápido sería una herramienta que permitiría una reduacción inmediata de costos implícitos

La devaluación de la moneda no genera, de por sí, precios competitivos para la exportación. Ejemplo de ello  ha sido el comportamiento de países latinoamericanos, como Brasil, que en el último año devaluó significativamente su moneda – 70% aproximadamente – y sin embargo sus exportaciones descendieron un 15%. La devaulución es una medida marcoeconómica: el tipo de cambio elevado podrá ser un faclilitador, pero no constituye un incentivo real a las eportaciones.

Las empresas disponen de dos entornos para alcanzar precios competitivos:uno endrogéno y otro oxigéno. En el primero, las variables dependen de ellas, pueden explorar mejor más y mejor sus fortalezas y segregar costos improductivos o ineficientes (reprocesos, hortas caídas de maquinas, excesos de desechos, etc). En el segundo, las variables están vinCuladas al entorno externo, que van desde el mercado a la presión fiscal, las normas regulatorias, etc.

Es decir, existen costos que no están asociados a la productividad y que pueden afectar la competitividad externa, tales como los costos financieros implícitos , como la mora en la percepción de los reintegros de importación, o el proceso de recupero del IVA ante el organismo fiscalizador. Es preciso recordar que las exportaciones están exentas del pago del IVA pues se considera que el consumidor final de dichos bienes será un sujeto del exterior y no un residente local. La incidencia de lVA sobre el valor de las exportaciones es nula (tasa cero).

En el comercio internacional existen operadores denominados «exportadores puros», que son los que realizan la totalidad de sus ventas al mercado externo, y como consecuencia de ello, exponen saldo a favor de IVA porque no generan débito fiscal y acumulan todo el crédito fiscal facturado por sus proveedores de insumos y servicios.

A éstos se les puede beneficiar con la reducción de los costos financieros implícitos facilitándose el proceso de recupero de IVA de exportación (es decir, se aplicaría a exportaciones definitivas con afectación directa a bienes y servicios).

Viabilidad

Ello sería posible por la existencia de la obligatoriedad de emisión de comprobantes electrónicos , la vigencia de regímenes de información tributaria y el empleo de servicios habilitados de la pagina web de la AFIP.

El procedimiento esencialmente consiste en:

El proveedor emite un comprobante denominado «Factura Destino Exportación», con tasa de IVA igual a cero.

El exportador puro deberá todos los comprobantes de productos y servicios afectados a la operación al cierre con el permiso de embarque , y la factura de exportación en forma electrónica a tráves de la web de la AFIP, en un tiempo perentorio.

Para finalizar está operatoria, deberá realizar la presentación de documentación ante el organismo fiscalizador, acompañadas por dictamen de contador público independiente, quién dictaminará sobre: las exportaciones que guardan relación con la capacidad operativa de la empresa, la cancelación de la facturas al proveedor, el control de la efectiva liquidación y cobranza de las divisas y del registro de las operaciones en los libros rubricados, entre otros aspectos.

Serán requisitos esenciales que los proveedores y exportadores puros no registren incumplimientos en sus obligaciones fiscales y/o previsionales , es decir deberán  contar con el respectivo certificado de cumplimiento, y deberían ser excluidos aquellos exportadores que les hubieran detectado inconsistencias en sus presentaciones impositivas, previsionales o aduaneras.

También deberían ser severamente sancionados aquellos contribuyentes que realicen maniobras dolosas en perjuicio del fisco.

La propuesta tiene por objetivo una significativa reducción de costos implícitos para el exportador puro, disminución de costos de control por parte del organismo fiscalizador. a punta en síntesis, a coadyuvar la competitividad de las exportaciones.

Fuente: LA NACIÓN