La Aduana engendra un rol cuasi privado, operativo y administrativo
Si alguna duda quedaba de que la suprema autoridad de las operaciones de importación y exportaciÓn es la Aduana, la resolución 3778/15 de la AFIP la despejó sin contemplaciones.
Según un cronograma de adaptación del cual no se tiene noticias todavía, y de acuerdo con un manual también misterioso, la Aduana volvió a demostrar quién tiene el poder: la asignación de turnos para la liberación a plaza de la mercaderías de importación bajo jurisdicción de la Subdirección General de Operaciones Aduaneras Metropolitanas se realizará por medio de un sistema informático que correrá en Internet y al que se deberá acceder por el sitio Web de la AFIP (www.afip.gob.ar).
La avanzada en la superficie la nota, sobre todo, la Administración General de Puertos (AGP), que había inciado la gestión de una «turnera digital» acordada con las cámaras de importadores y exportadores, los despachantes de carga internacional.
Con un importante grado de avance en su instrumentación, todo quedó en la nada: la Aduana dejó en claro que un turno para retirar un contenedor no es incumbencia de la autoridad que controla a los concesionarios, sino del organismo de fiscalización y recaudación de impuestos del comercio exterior.
La AGP cejó en otra polémica iniciativa, que había autorizado a principios de año: el cargo denominado primero «coraza electrónica de seguridad» y luego «servicio de prevención portuaria inteligente». No sin cierta falta de tacto, las terminales habían instrumentado el cargo (argumentando inversiones en seguridad reclamadas por la Aduana) con el nombre «coraza electrónica» que, también, daba título a la resolución 2805 de la AFIP de 2010.
¿Cómo hará la Aduana para coordinar su intervención administrativa con el funcionamiento de cada terminal?¿Cómo logrará combinar los sistemas informáticos de la AFIP con el de cada terminal, y que coincida el requerimiento de un privado con la asignación estatal de turno y la dinámica de carga/descarga y entrega/recepción de contenedores?.
Eventualmente, el procedimiento se dará a conocer y se analizará en las reuniones del Consejo Consultivo Aduanero. Pero lo que subyace todavía en el fondo (y emerge de a poco, contundente) es el avance incesante de una Aduana que , subestimada, supera su potestad de control para engendrar un rol cuasi privado, operativo y administrativo.
Fuente: LA NACIÓN